1 - Primer paso: Determinar si el fallecido firmó un testamento
2 - Segundo paso: Identificar los bienes de la herencia y la ley que los rige
3 - Tercer paso: la liquidación y el cálculo de los impuestos de sucesiones en España
4 - ¿Y luego?
1 - Primer paso: Determinar si el fallecido firmó un testamento
2 - Segundo paso: Identificar los bienes de la herencia y la ley que los rige
3 - Tercer paso: la liquidación y el cálculo de los impuestos de sucesiones en España
4 - ¿Y luego?
La muerte de un ser querido nunca es fácil y, pese al impacto de la noticia, hay que tomar muchas decisiones. Una vez resueltos los aspectos relacionados con la persona fallecida y su funeral, llega el momento de ocuparse de los trámites vinculados a sus bienes. Y si parte de ese patrimonio se encuentra en el extranjero —por ejemplo, en España—, el proceso puede volverse aún más complejo.
Esta guía completa tiene como objetivo aclarar el funcionamiento del proceso de herencia y sucesión en la Península Ibérica y orientarte sobre los pasos a seguir cuando fallece un ser querido con propiedades en España. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo rodearte de los profesionales adecuados? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber en esta guía práctica.
Y recuerda: si has heredado un inmueble en España, podemos ayudarte con todos los trámites necesarios para la venta de tu propiedad.
En primer lugar, es esencial identificar si la persona fallecida escribió o no un testamento. Surgen entonces tres escenarios:
En este caso, los beneficiarios deben traducirlo para poder formular la solicitud de certificación. A esto se debe adjuntar el certificado de defunción, un certificado de nacimiento del fallecido o incluso un certificado de matrimonio. Estos documentos también deben traducirse y apostillarse en la oficina de un notario.
Este proceso es esencial porque sin obtener una certificación de los documentos, el solicitante no tiene la posibilidad de pagar los impuestos de sucesiones. Sin embargo, si no se pagan dentro de los 6 meses siguientes a la fecha del fallecimiento, los herederos incurren en multas impuestas por las autoridades fiscales españolas por demora en el pago. Es por eso que le recomendamos que complete este proceso lo antes posible, ya que la traducción y legalización del documento puede llevar algún tiempo.
Buenas noticias, esto facilita considerablemente el procedimiento, ¡y los últimos deseos del difunto podrán cumplirse sin mucha dificultad! De hecho, si los bienes se encuentran en España, se recomienda hacer un testamento en España porque facilita enormemente la aplicación de las leyes y procedimientos relativos a la última voluntad del fallecido. Además, esto evitará la traducción de documentos, que puede resultar especialmente cara. Los beneficiarios aún deben asegurarse de pagar el impuesto de sucesiones en vigor.
Si la persona fallecida no hizo testamento antes de morir, o si este no es válido conforme a la ley, se aplicarán las normas sucesorias españolas. El orden de sucesión establecido por el derecho civil español es el siguiente:
En estos casos, los beneficiarios deben acudir a un notario (cuando existe una relación familiar). El notario redactará un acta de notoriedad (Declaración de Herederos), cuyo objetivo es determinar quiénes son los herederos reconocidos legalmente.
Si no existe relación familiar o si la sucesión no puede tramitarse ante notario, será necesario acudir al juzgado de primera instancia correspondiente para que sea la vía judicial la que determine a los herederos.
Como habrás comprendido, descuidar los aspectos relacionados con la herencia tras la adquisición de bienes inmuebles en España puede resultar costoso. ¡Tener un testamento redactado en España ahorrará tiempo y dinero a tus herederos!
En España, los procedimientos son similares a los de muchos países. El notario formaliza, tal como exige la normativa, las últimas voluntades del testador en un documento oficial: el conocido testamento. Para que sea válido en España, debe estar inscrito en el Registro de Últimas Voluntades.
Localizar todos los bienes de la persona fallecida: bienes inmuebles, muebles, cuentas bancarias, la existencia de un posible seguro de vida... es un paso realmente imprescindible en el proceso de herencia.
Para determinar los activos (o incluso los pasivos del fallecido en caso de deudas impagas), primero debe acudir a un notario, recordando que no tiene las mismas habilidades que en Francia.
En España, el notario solo hace un estudio sencillo, pero no un estudio global de la situación de un extranjero fallecido. Por ejemplo, no podrá identificar si el testador tiene bienes en otro país o si ya ha firmado otro testamento en su país de origen que pueda entrar en conflicto con el testamento firmado en España.
Hay dos procedimientos que se pueden iniciar, una vez más dependiendo de si el fallecido firmó o no un testamento en el que exponga sus últimos deseos.
¿Qué ley se aplica a los testamentos?
Desde la ley del 15 de agosto de 2015, el testamento puede mencionar la elección entre el régimen legal aplicable entre la ley española y la ley del país de origen en caso de fallecimiento. Por lo tanto, se plantean dos casos:
En este caso específico, no hay debate. Como se ha explicado anteriormente, en ausencia de las últimas voluntades escritas por el fallecido, se aplica la ley sucesoria española, y los bienes se distribuirán entre los distintos herederos de acuerdo con la ley vigente en España.
Sin embargo, es necesario destacar las particularidades de la ley sucesoria española, que de alguna manera restringe las libertades del testador en lo que respecta a la distribución de sus bienes.
Si la ley española ordinaria se aplica a la herencia, y una vez identificados los herederos que compartirán la herencia y los bienes que componen el patrimonio del fallecido, debes saber que se divide en tres tercios:
En resumen, solo una pequeña parte de la herencia puede transmitirse libremente de acuerdo con la ley de sucesiones española. Esto significa que si decide escribir en su testamento su deseo de que la ley española se aplique a su herencia, o si la ley española se aplica automáticamente (en ausencia de testamento), al menos dos tercios se reservarán para sus hijos, sus padres (hasta el cuarto grado), su cónyuge o el Estado si faltan los cuatro anteriores.
Quien dice herencias también dice impuestos. El impuesto de sucesiones español se aplica a todos los bienes inmuebles ubicados en España, independientemente del contenido del testamento o si el fallecido es extranjero. Esto significa que los bienes inmuebles ubicados en España están automáticamente sujetos al impuesto de sucesiones español.
Estas son las tasas impositivas establecidas por la legislación nacional:
Sin embargo, esta no es necesariamente la cantidad final que acabarás pagando. Es probable que puedas beneficiarte de varias bonificaciones, lo que reducirá el importe a pagar.
La Península Ibérica cuenta con diecisiete comunidades autónomas, cada una con su propio régimen sucesorio y, por tanto, con cálculos distintos del impuesto de sucesiones.
No existe ninguna excepción que permita al heredero eludir este impuesto, pero es imprescindible abonarlo para que las autoridades españolas puedan autorizar la transmisión de la herencia.
Además, el cálculo del impuesto de sucesiones en España no solo depende de las regiones, sino que también depende de otros factores como:
Así pues, hay que tener en cuenta que el cálculo del impuesto depende no solo del valor de la herencia, sino también de los medios, la edad o incluso el parentesco del beneficiario. Sobre la base de estos criterios, se aplican importantes exenciones en algunas regiones españolas.
Por ejemplo, en Andalucía, las sucesiones iguales o inferiores a 1.000.000 de euros no están sujetas a ningún impuesto. Después de este umbral, el impuesto es casi nulo porque los herederos de un residente de la UE se benefician de una reducción fiscal del 99%. Otro ejemplo, en Cataluña, las sucesiones entre cónyuges están casi completamente exentas.
Debido al tecnicismo del tema y a la diferencia entre los regímenes legales que pesan en cada región, obviamente mantenemos nuestra recomendación de rodearlo de asesoramiento legal especializado, a fin de poder calcular el impuesto adaptado a su situación particular.
Los impuestos de sucesiones en España para un no residente son diferentes de los de los residentes. Hasta entonces, los herederos no residentes estaban sujetos al Impuesto de sucesiones y donaciones (ISD), el impuesto de sucesiones y donaciones en España, discutido anteriormente, cuyo tipo varía según el valor de la herencia, oscilando entre el 7,65% y el 34%.
Los residentes podrían beneficiarse de una deducción fiscal, que no se aplica a los no residentes. Este trato discriminatorio fue condenado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que obligó a España a reembolsar a los contribuyentes que fueran víctimas de esta diferenciación fiscal.
Estos cambios se realizaron en 2014 para permitir a los herederos no residentes beneficiarse de las mismas ventajas fiscales que los residentes. Los herederos no residentes que ya hayan pagado impuestos también pueden solicitar un reembolso a las autoridades fiscales españolas.
Una vez que hayas pagado correctamente el impuesto de sucesiones a la comunidad autónoma donde se encuentra la propiedad, por fin verás el final del túnel: solo te quedarán unos pocos trámites administrativos sencillos por completar.
Si quieres disponer de la propiedad, primero debes asegurarte de estar registrado como nuevo propietario en el Registro de la Propiedad español, cambiar la dirección del recibo del IBI (para poder pagar sin problemas los impuestos futuros relacionados con la propiedad) y, por último, actualizar tus datos con los distintos proveedores de servicios (electricidad, gas, agua, etc.).
Y, si planeas vender una propiedad recién heredada, te recomendamos contar con el apoyo de nuestros expertos, ¡quienes se encargarán de todas las gestiones y te librarán de las molestias adicionales que conlleva este proceso!